¡Es genial tener una tira de pequeñas luces LED en la cabina de doblaje!
Me proporciona un entorno perfectamente tranquilo para grabar la voz en off en portugués. Me gusta mucho.
Además, con la tenue iluminación de toda la cabina, no necesito la luz fuerte habitual que hay encima de mí.
Lo único malo es cuando mi hija de cuatro años se entera de que estoy grabando y empieza a golpear la puerta mientras grita: «¡LUZ DE NAVIDAD!».
«¡LUZ DE NAVIDAD!».
Oh, oh, oh, Dios mío…